El aroma del café recién preparado siempre ha sido un deleite para los sentidos.
Ya sea por la mañana para despertar, como compañero de una tarde lluviosa o para disfrutar de una buena conversación, el café se ha convertido en una bebida inseparable de nuestras vidas. Sin embargo, en la actualidad, existe una tendencia creciente hacia el consumo de cafés de especialidad. ¿Qué es lo que los hace tan especiales?
En primer lugar, debemos entender que un café de especialidad es aquel que tiene una alta calidad en taza, definida objetivamente y metódicamente con un puntaje de catador de 84 puntos o más según la SCA (Specialty Coffee Association)
Estos cafés han sido cultivados, cosechados, procesados y tostados con sumo cuidado para resaltar sus características únicas. Este tipo de café proviene de pequeñas fincas, donde se cultiva siguiendo estrictos estándares de calidad y sostenibilidad. El proceso de selección de los granos es minucioso, asegurando la eliminación de defectos y seleccionando únicamente los mejores granos.
Una vez que los granos han sido seleccionados, se someten a un proceso de tostado que busca resaltar sus cualidades naturales, esto realizado por un maestro tostador. Esta etapa es crucial, ya que el tostado determinará el perfil de sabor del café.
Los baristas y expertos en café de especialidad tienen en cuenta el origen y variedad del grano, así como su nivel de tostado, para obtener resultados excepcionales en cada taza.
El sabor es, sin duda, uno de los aspectos más destacados de un café de especialidad. Estos cafés suelen ser increíblemente aromáticos, presentar perfiles de sabor más complejos, con notas frutales, florales y chocolateadas Además, su acidez es más equilibrada, lo que aporta un matiz refrescante a la bebida.. La presencia de sabores sutiles y distintivos es lo que hace que el café de especialidad sea tan apreciado por los amantes y conocedores del café.
Otro elemento a tener en cuenta es la trazabilidad del café. Cada café de especialidad puede ser rastreado hasta su origen, lo que garantiza una mayor transparencia en su proceso de producción. Esta trazabilidad permite también un comercio más justo y directo con los productores, lo que se traduce en una mejora en su calidad de vida.
En resumen, el café de especialidad se ha ganado su reconocimiento por mérito propio. Su cuidadoso proceso de cultivo, cosecha, procesamiento y tostado, así como su sabor excepcional y trazabilidad, son los factores que lo distinguen de un café convencional.
La próxima vez que busques disfrutar de una taza de café, te invitamos a probar un café de especialidad y descubrir por ti mismo su extraordinario sabor y calidad.